Los abrazos como terapia

 

El abrazo es una respuesta natural a los sentimientos de alegría, afecto y compasión. El contacto físico, que el abrazo conlleva, además de agradable, es necesario para el bienestar psicológico, proporcionando alegría y salud en las personas. El abrazo, además facilita la aceptación de los demás.

Ahora bien, ¿en qué puede ayudar la Abrazoterapia? Los beneficios de los abrazos son fácilmente reconocibles e inmediatos:

  • Nos rescatan de la soledad y el aislamiento. No estamos solos, no somos el centro del Universo, somos el Universo.
  • Guían el autoconocimiento, potenciando la autoestima.
  • Facilitan los desbloqueos físicos y emocionales.
  • Nos permiten vivenciar la inteligencia del cuerpo, mente y emociones.
  • Nos ejercitan la empatía.
  • Nos sitúan plenamente en el aquí y el ahora
  • Favorecen la comunicación afectiva con nosotros y con el otro.
  • Estimulan la gratitud.
  • Despiertan la creatividad.
  • Conectan con la intuición.
  • Favorecen el entrenamiento de respuestas asertivas.
  • Devuelven la ilusión, la alegría y el buen humor.

Los abrazos reflejan el poder sanador que tenemos los seres humanos, dentro de nosotros mismos, con la afectividad y la manifestación del amor.

Los abrazos, además del bienestar que proporcionan, se pueden emplear para aliviar el dolor de los enfermos, la depresión y la ansiedad. Ansiedad que también la puede provocar la lejanía del ser a quien se quiere, un familiar o un amigo. Y así, al despedirnos por teléfono, en una carta o correo electrónico, solemos terminar con el envío de un abrazo o miles de abrazos, abrazo fuerte o cariñoso abrazo. Y más los abrazos que los besos.

Además, los abrazos provocan dulces alteraciones fisiológicas, siempre positivas en quien lo da y quien lo recibe.

No sé si el proverbio será árabe o chino, que son los padres de todos los dichos, cuando, sobre los abrazos, se nos dice que cuatro al día son necesarios para sobrevivir; ocho para mantenerse y doce para crecer como personas.

Ahora bien, ¿qué nos brinda un abrazo? ¿Qué se consigue con él? Enumeremos algunos de sus efectos, sin que el número sea cerrado, ni más importante uno que otro de sus rasgos.

  1. SALUD. El abrazo transmite energía vital, que no solo sana o alivia dolencias, sino que también proporciona bienestar en quien lo da o lo recibe.
  2. FORTALEZA. Aumenta nuestras propias fuerzas, y no solamente las físicas, también las espirituales, que son las más importantes para los enfermos.
  3. PROTECCIÓN. Si es fundamental el abrazo para los niños, también lo necesitan los ancianos y, sobre todo, quienes sufren Parkinson o Alzheimer.
  4. SEGURIDAD. Que es para los enfermos una consecuencia de la nota anterior; y a los sanos, los abrazos, proporcionan un aumento en las relaciones sociales. Al presentarnos a alguien, o al despedirnos, se le puede abrazar.
  5. CONFIANZA. Para vencer el miedo que toda enfermedad provoca, y también para comenzar nuevas empresas o proyectos.
  6. AUTOVALORACIÓN. Porque se puede transmitir, con el abrazo, un mensaje de reconocimiento al valor y a la excelencia de una persona. Reconocer un éxito ajeno, felicitar con un abrazo, no solo es debido a quien, por justicia, lo recibe, sino que también engrandece a quien lo da.

Pero, los abrazos pueden ser también salvadores, y no en el caso extremo de apartar a alguien de un peligro, en la circulación o en un naufragio, sino en la más tierna de las edades. Recordamos, sobre este particular el caso real de aquellas mellizas que al nacer, en un hospital, una de ellas necesitó pasar a una incubadora. Y viendo que no se recuperaba, la enfermera, saltándose el protocolo, la sacó y colocó al lado de la sana. Ésta abrazó a la enferma, que por la energía recibida comenzó a sanar.

Ahora bien, lo más importante, lo más agradable, es abrazar a las personas a quienes amamos. Es un abrazo compartido. Ese es un abrazo sin igual. Una borrachera de amor. Un milagro.

Por eso creo que los milagros existen. Creo en los milagros, principalmente en aquellos que se producen gracias al amor. Es por esto por lo que creo en el poder de la afectividad.

Para entender que aporta abrazarse es recomendable el libro Amor Medicina Milagrosa, del médico Bernie S. Siegel, donde narra la historia de “pacientes excepcionales” que padecen cáncer y muestra cómo el amor y la afectividad hacen milagros en sus procesos de salud.

Poder sanador, el de los abrazos, que tenemos dentro de nosotros mismos, en la afectividad y en la manifestación del amor. Y ¡cuánto agradecen estas manifestaciones de ternura los enfermos!

Buscando en los orígenes de la afectividad, la familia es el primer y más importante lugar donde se dan los milagros. Pero es necesario aclarar que no existen padres perfectos, como tampoco hay cuidadores que lo sean, solo existen hombres y mujeres, cuidadores que desde el amor, buscan la realizar bien su trabajo.

Esto nos permite afirmar que la base de toda la arquitectura de la personalidad, además de los factores genéticos constitutivos del cerebro las condiciones del ambiente que rodean al niño y las influencias sociales, el amor y las relaciones afectuosas cumplen un papel definitivo.