El cuidado de uno mismo siempre es importante como también lo es cuidar de los demás cuando no pueden. Y tanto en un caso como en otro, conocer las circunstancias y empatizar con los problemas es muy importante.

Las personas mayores poseen una avanzada capacidad para superar las dificultades y su experiencia vital compone una fuente de sabiduría que debemos saber aprovechar. Todas esas “batallitas” que nuestros abuelos nos cuentan se podrían calificar de hazañas en lugar de historietas anticuadas. No debemos pues dejar sin consideración sus conocimientos, al contrario de eso, debemos ayudarlos a desarrollar sus capacidades y evitar así trastornos psicológicos que puedan afectar tanto a su salud, como en última instancia a la salud del conjunto de la sociedad. Al fin y al cabo, las personas mayores también son nuestro futuro.